Actualmente existen medicamentos, llamados antirretrovirales, que
inhiben enzimas esenciales, la transcriptasa reversa, retrotranscriptasa o la
proteasa, con lo que reducen la replicación del VIH. De esta
manera se frena el progreso de la enfermedad y la aparición de infecciones
oportunistas, así que aunque el sida no puede propiamente curarse, sí puede
convertirse con el uso continuado de esos fármacos en una enfermedad crónica
compatible con una vida larga y casi normal. La enzima del VIH, la retrotranscriptasa, es una enzima
que convierte el ARN a ADN, por lo que se ha convertido en una de las
principales dianas en los tratamientos antirretrovirales.26
En el año 2007 la Agencia Europea del Medicamento (EMEA)
autoriza el fármaco Atripla que combina tres de los antirretrovirales más
usuales en una única pastilla. Los principios activos son el efavirenz, la emtricitabina y el disoproxilo de tenofovir. El
medicamento está indicado para el tratamiento del virus-1 en adultos. 27
El común denominador de los tratamientos aplicados en la
actualidad es la combinación de distintas drogas antiretrovilares, comúnmente
llamada "cóctel". Estos "cócteles" reemplazaron a las
terapias tradicionales de una sola droga que sólo se mantienen en el caso de
las embarazadas VIH positivas. Las diferentes drogas tienden a impedir la
multiplicación del virus y, hacen más lento el proceso de deterioro del sistema
inmunitario. El "cóctel" se compone de dos drogas inhibidoras de la
transcriptasa reversa (las drogas) AZT, DDI, DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor de
otras enzimas las proteasas.